Monday, 3 October 2016

La Rata

Escrito por Lindsay de Feliz, traducido por Ambiorix Paulino

Antes de explicarles sobre el titulo tengo que hablarles del diseño de nuestra casa.

Es una casa rara ya que la mitad fue construida al estilo de un salón de billar con un apartamento arriba en la segunda planta, pero nosotros le cambiamos el primer piso a una sala/comedor, un estudio, cocina, almacén y abajo tenemos un baño y una habitación para los perros.

Arriba hay otra sala, tres habitaciones de dormir y un baño con una terraza que le rodea además de otra terraza.

El techo es lo más interesante. Esta hecho de madera con material de asfalto por encima que lo sostiene un pedazo de madera en cada esquina y hay un hueco de varios pies de largo entre el techo y la pared.

Así es:


La mayoría de las casas dominicanas están construidas de esta manera para dejar escapar el aire caliente y mantener la casa fresca. Aunque la mayoría tienen un techo de zinc, no de madera laminada (plywood).


El techo se ve muy lindo desde abajo – se ve bien rustico, aparte de las esquinas que están un poco descompuestas y unos hoyos que les hizo el hombre del internet cuando lo piso con botas con tacos al intentar arreglar la antena de trente pies que tenemos en el techo.

De todos modos, al ser británica yo pienso que la gente debería tener un poco de privacidad en la recamara y en el baño así es que cuando Danilo termino de diseñar y construir la casa antes de mudarnos le pedí que subiera las paredes de adentro hasta el techo y que dejara una pequeña brecha en la pared de afuera para que salga el aire caliente.

Esta es la brecha pequeña al lado de la habitación para huéspedes.


Al resto de las paredes de arriba se le taparon las brechas con madera.


Aparte de la pared entre nuestra habitación y la de los huéspedes – lo que significa que los sonidos, todos los sonidos de una habitación se oyen en la otra. No la tapamos entre los dos cuartos porque estábamos esperando que se instalaran unos armarios, los cuales fueron instalados hace más de tres años.

Así se ve desde nuestra habitación:


Y así se ve desde la habitación de huéspedes al otro lado de los armarios.


Entonces ya que pueden ver a lo que me refiero puedo empezar.

Anoche me fui a acostar y Danilo bajo a ver televisión. Cuando yo me voy a la cama voy a dormir y si hay alguien al lado viendo televisión con el volumen a nivel dominicano comentando sobre el programa, típicamente History Channel o National Geographic, haciéndome todo tipo de preguntas, dándome con el codo si no le respondo, yo me pongo de mal humor. Me enojo muchísimo. Así es que la ley cuando yo me acuesto y él quiere seguir viendo televisión es que él se va abajo a verla.

 Estoy acostada en la oscuridad escribiendo el quinto capítulo (si ya he terminado del 1-4) del Libro Numero Dos en mi mente y estaba escuchando los ruidos de afuera para poder describir las noches en el campo. Los grillos chirriando, las aves chillando y de vez en cuando algún ruido en el techo. Siempre nos hemos preguntado lo que sería el ruido que venía del techo ya que nada se puede encaramar al techo por dentro de la casa, entonces tenía que ser algún pájaro o una gallina.

Luego oí como que se cayó algo en la habitación. Pensé que había sido un gato o algún cachorrito pero no me respondieron cuando le llame así es que me pare de la cama y prendí la luz y ahí estaba. Una rata. Estaba encima de nuestro armario, en medio de nosotros y la habitación para huéspedes, y se encaramo encima de la pared a mirarme.

Las ratas dominicanas no son como las ratas británicas. He vivido en casas en Inglaterra donde las ratas siempre se encontraban en el jardín y creo que dicen que en Londres que siempre le estas a unos diez pies de distancia a una rata, ¿o serán diez  yardas? Las ratas británicas son grandes y tiene colas gruesas.


También tienen dientes grandísimos y espantosos. Piensa en la peste bubónica. Piensa en algunas doce pulgadas de largas.


En cambio las ratas dominicanas son lindas, o sea para ser ratas. Tienen bellos largos, son más pequeñas, el bello es más claro y de tamaño están entre medio de un ratón y una rata británica. Busque una foto por Google de una rata dominicana pero no pude encontrar la que estaba en mi habitación, lo único que encontré fueron fotografías de hombres dominicanos conocidos como ratas del amor.

Al fin encontré una foto. Ya vez, linda entre las ratas.


De todos modos corrí abajo y le dije a Danilo: “Rata en la habitación” y le explique donde estaba. El subió arriba pero ya se había ido, algo que no me sorprendió ya que tiene todo el piso de arriba para explorar. También tiene las terrazas, encima de las paredes y si necesita esconderse se puede meter en todos los huecos de los blocks de cemento, de los cuales están construidas todas las paredes. Y al menos que las ratas puedan brincar 30 pies al suelo (¿lo podrían hacer?) no podrá salirse.

Danilo estaba tranquilo como siempre. “Todas las casas tienen ratas. Eso no es un problema. Una rata es una rata.” Bueno me puedes llamar cobarde pero no quiero una rata en mi recamara y donde hay una rata siempre habrán mas. Creo que debe ser recién llegada porque yo no las había visto antes y los gatos atrapan todo lo que se mueva y nunca han traído una rata. Deduzco que tal vez tiene alguna conexión con la llegada de Albert ya que el acostumbra a pasarse el día entero comiendo, si no es en la habitación es delante de la televisión y no entiende para nada el concepto de que no debería tirar comida, los papelitos de los dulces o la cascara de fruta en el suelo o debajo de la cama.

El problema es que tenemos visita que nos llega en doce días que se va a hospedar en esa habitación y no creo que la gente que venga de las afueras se sentirán igual de tranquilos con una rata observándolos desde arriba del armario. Especialmente porque la gente que viene, una americana y su prometido dominicano, llevan muchos meses sin verse. Me imagino que habrá un grupo de ratas reunidas arriba del armario asechando todo lo que suceda en la recamara.




Así es que tengo que resolver el problema. La primera solución será deshacerme de las ratas. Yo tengo un espíritu bueno y por eso no quiero tener que matarlas y tampoco usare veneno porque tengo perros, gatos y gente en la casa. No puedo soportar el sonido que hacen las trampas para ratas y menos el tollo así es que compre el famoso producto dominicano –
El final de la rata – La rata se encuentra con un fin pegajoso.
 
Esta es una carpetica pegajosa, aparentemente súper pegajosa y le untan una fragancia que las ratas encuentran irresistible. Cuando la rata se le para encima se queda pegada. Le pregunte al hombre del colmado lo que debería hacer cuando se pegue y él me dijo que la matara. Cuando le pregunte como debía hacerlo me dijo que usara un machete. Le pediré a Danilo que saque la rata y a la carpetica afuera para que la despegue y la deje ir.

Mientras tanto le pediré al carpintero que ponga madera entre las dos habitaciones con la esperanza de que la rata se quede en nuestra habitación si la carpetica pegajosa no funciona. Danilo está seguro de que yo me acostumbrare a que ella/ellos anden por encima de las paredes y que ellas son buena compañeras de noche. Bueno. ¡No me dejan tener perros en la recamara pero con las ratas y las gallinas no hay problema!

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