Escrito por Lindsay de Feliz, traducido por Ambiorix Paulino
Antes de explicarles sobre el titulo tengo que hablarles del diseño de nuestra
casa.
Es una casa
rara ya que la mitad fue construida al estilo de un salón de billar con un
apartamento arriba en la segunda planta, pero nosotros le cambiamos el primer
piso a una sala/comedor, un estudio, cocina, almacén y abajo tenemos un baño y
una habitación para los perros.
Arriba hay
otra sala, tres habitaciones de dormir y un baño con una terraza que le rodea
además de otra terraza.
El techo es
lo más interesante. Esta hecho de madera con material de asfalto por encima que
lo sostiene un pedazo de madera en cada esquina y hay un hueco de varios pies
de largo entre el techo y la pared.
Así es:
La mayoría
de las casas dominicanas están construidas de esta manera para dejar escapar el
aire caliente y mantener la casa fresca. Aunque la mayoría tienen un techo de
zinc, no de madera laminada (plywood).
El techo se
ve muy lindo desde abajo – se ve bien rustico, aparte de las esquinas que están
un poco descompuestas y unos hoyos que les hizo el hombre del internet cuando
lo piso con botas con tacos al intentar arreglar la antena de trente pies que
tenemos en el techo.
De todos
modos, al ser británica yo pienso que la gente debería tener un poco de
privacidad en la recamara y en el baño así es que cuando Danilo termino de diseñar
y construir la casa antes de mudarnos le pedí que subiera las paredes de
adentro hasta el techo y que dejara una pequeña brecha en la pared de afuera
para que salga el aire caliente.
Esta es la
brecha pequeña al lado de la habitación para huéspedes.
Al resto de
las paredes de arriba se le taparon las brechas con madera.
Aparte de
la pared entre nuestra habitación y la de los huéspedes – lo que significa que
los sonidos, todos los sonidos de una habitación se oyen en la otra. No la
tapamos entre los dos cuartos porque estábamos esperando que se instalaran unos
armarios, los cuales fueron instalados hace más de tres años.
Así se ve
desde nuestra habitación:
Y así se ve
desde la habitación de huéspedes al otro lado de los armarios.
Entonces ya
que pueden ver a lo que me refiero puedo empezar.
Anoche me
fui a acostar y Danilo bajo a ver televisión. Cuando yo me voy a la cama voy a
dormir y si hay alguien al lado viendo televisión con el volumen a nivel
dominicano comentando sobre el programa, típicamente History Channel o National
Geographic, haciéndome todo tipo de preguntas, dándome con el codo si no le
respondo, yo me pongo de mal humor. Me enojo muchísimo. Así es que la ley
cuando yo me acuesto y él quiere seguir viendo televisión es
que él se va abajo a verla.
Estoy acostada en la oscuridad escribiendo el
quinto capítulo (si ya he terminado del 1-4) del Libro Numero Dos en mi mente y
estaba escuchando los ruidos de afuera para poder describir las noches en el
campo. Los grillos chirriando, las aves chillando y de vez en cuando algún
ruido en el techo. Siempre nos hemos preguntado lo que sería el ruido que venía
del techo ya que nada se puede encaramar al techo por dentro de la casa,
entonces tenía que ser algún pájaro o una gallina.
Luego oí
como que se cayó algo en la habitación. Pensé que había sido un gato o algún
cachorrito pero no me respondieron cuando le llame así es que me pare de la
cama y prendí la luz y ahí estaba. Una rata. Estaba encima de nuestro armario,
en medio de nosotros y la habitación para huéspedes, y se encaramo encima de la
pared a mirarme.
Las ratas
dominicanas no son como las ratas británicas. He vivido en casas en Inglaterra
donde las ratas siempre se encontraban en el jardín y creo que dicen que en
Londres que siempre le estas a unos diez pies de distancia a una rata, ¿o serán diez yardas? Las ratas
británicas son grandes y tiene colas gruesas.
También
tienen dientes grandísimos y espantosos. Piensa en la peste bubónica. Piensa en
algunas doce pulgadas de largas.
En cambio
las ratas dominicanas son lindas, o sea para ser ratas. Tienen bellos largos,
son más pequeñas, el bello es más claro y de tamaño están entre medio de un ratón
y una rata británica. Busque una foto por Google de una rata dominicana pero no
pude encontrar la que estaba en mi habitación, lo único que encontré fueron
fotografías de hombres dominicanos conocidos como ratas del amor.
Al fin
encontré una foto. Ya vez, linda entre las ratas.
De todos
modos corrí abajo y le dije a Danilo: “Rata en la habitación” y le explique
donde estaba. El subió arriba pero ya se había ido, algo que no me sorprendió
ya que tiene todo el piso de arriba para explorar. También tiene las terrazas,
encima de las paredes y si necesita esconderse se puede meter en todos los
huecos de los blocks de cemento, de los cuales están construidas todas las
paredes. Y al menos que las ratas puedan brincar 30 pies al suelo (¿lo podrían hacer?) no podrá salirse.
Danilo
estaba tranquilo como siempre. “Todas las casas tienen ratas. Eso no es un
problema. Una rata es una rata.” Bueno me puedes llamar cobarde pero no quiero
una rata en mi recamara y donde hay una rata siempre habrán mas. Creo que debe
ser recién llegada porque yo no las había visto antes y los gatos atrapan todo
lo que se mueva y nunca han traído una rata. Deduzco que tal vez tiene alguna
conexión con la llegada de Albert ya que el acostumbra a pasarse el día entero
comiendo, si no es en la habitación es delante de la televisión y no entiende
para nada el concepto de que no debería tirar comida, los papelitos de los
dulces o la cascara de fruta en el suelo o debajo de la cama.
El problema
es que tenemos visita que nos llega en doce días que se va a hospedar en esa
habitación y no creo que la gente que venga de las afueras se sentirán igual de
tranquilos con una rata observándolos desde arriba del armario. Especialmente
porque la gente que viene, una americana y su prometido dominicano, llevan
muchos meses sin verse. Me imagino que habrá un grupo de ratas reunidas arriba
del armario asechando todo lo que suceda en la recamara.
Así es que
tengo que resolver el problema. La primera solución será deshacerme de las
ratas. Yo tengo un espíritu bueno y por eso no quiero tener que matarlas y
tampoco usare veneno porque tengo perros, gatos y gente en la casa. No puedo
soportar el sonido que hacen las trampas para ratas y menos el tollo así es que
compre el famoso producto dominicano –
El final de la rata – La
rata se encuentra con un fin pegajoso.
Esta es una
carpetica pegajosa, aparentemente súper pegajosa y le untan una fragancia que
las ratas encuentran irresistible. Cuando la rata se le para encima se queda
pegada. Le pregunte al hombre del colmado lo que debería hacer cuando se pegue
y él me dijo que la matara. Cuando le pregunte como debía hacerlo me dijo que
usara un machete. Le pediré a Danilo que saque la rata y a la carpetica afuera
para que la despegue y la deje ir.
Mientras
tanto le pediré al carpintero que ponga madera entre las dos habitaciones con
la esperanza de que la rata se quede en nuestra habitación si la carpetica
pegajosa no funciona. Danilo está seguro de que yo me acostumbrare a que
ella/ellos anden por encima de las paredes y que ellas son buena compañeras de
noche. Bueno. ¡No me dejan tener perros en la
recamara pero con las ratas y las gallinas no hay problema!